miércoles, 22 de diciembre de 2010

Noticia de prensa.Posturas enfrentadas en las aulas.

http://www.20minutos.es/noticia/908443/0/denuncia/profesor/jamon/

De ésta noticia es de lo que se estuvo hablando ayer en mi clase de Derechos Humanos y Educación. El profesor la expuso con la idea de crear debate, y sólo hicieron falta unos segundos, (lo que tarda en llegar esa información a nuestro cerebro y asimilarla) para que aquello se convirtiera en disputa.
De repente, y sin haberlo planeado, surgieron dos posturas enfrentadas: como si de un combate de boxeo se tratara:
  • De un lado del “ring” estaban los que decían que los inmigrantes no hacían nada por integrarse y que venían a nuestro país a imponer sus normas, sus costumbres, a ocupar nuestros puestos de trabajo,  crear ghettos y a incrementar la delincuencia.
  • Al otro lado del “ring”, nos encontrábamos los que decíamos que todo es un proceso de adaptación en el que cada una de las partes debe encontrar ese punto de unión que haga encajar las piezas del puzzle.
Se habló de casos personales en los que una persona inmigrante se había sentido desplazada en un instituto por parte de un profesor, al encontrar éste divertido su apellido.
Otra cuestión importante es la de los niños, como el de la noticia…que quizá vivan sometidos a lo que en su casa les inculcan. Y no sólo ese niño, sino vayámonos a ese niño de cualquier barrio de Madrid, que en su clase como compañeros tiene a Mohamed que es marroquí y a Ruly que es indio. Y este niño Madrileño, (llamemosle Pablo) que sin tener ni idea de cuál es la nacionalidad de sus compañeros, y que los ve como dos niños más de su clase; los ve como algo malo porque sus padres le han contado que como son de fuera no son buenos porque una vez un marroquí les robó la cartera…
También surgió el tema de los que vienen sin saber español, pero se implican para integrarse en la sociedad.
Entre todos estos temas, la gente levantaba la voz creyendo que no se les escuchaba y creyendo también que su opinión es la única y válida, que es la verdadera.

En mi opinión, reconozco que la inmigración en nuestro país sí que ha incrementado la violencia pero por varios motivos: creo que en sus países de origen, se les vende que España es un paraíso en el que se puede hacer de todo y en el que las leyes son muy blandas, también creo que la violencia se incrementa  por la situación de la mayoría del colectivo de los “sin papeles”, pues si no pueden trabajar por su situación ilegal, de algo tendrán que vivir, en este caso, yo culparía a los gobiernos que hasta hace poco han permitido la entrada no regulada. (Como dirían nuestros mayores:”en nuestros tiempos esto no pasaba, te ibas a Alemania con los papeles en regla y con tu contrato de trabajo…”) y de nuevo repetiría que las leyes son muy blandas y al que hace algo hoy, a los dos días está en la calle reincidiendo.
Tampoco niego que se creen ghettos, pues creo que el miedo a lo desconocido, les lleva a buscar a “sus iguales” para sentirse identificados, lo que dificulta su integración.
Al mismo tiempo, creo que los inmigrantes (sobre todo hace unos años…) están creando la nueva clase obrera, no digo que vengan a quitarnos nuestros puestos de trabajo (repito, hace algunos años, porque desde que comenzó la crisis, cualquier español parado, acepta todo tipo de trabajos independientemente de la clase social a la que pertenezca) pero hubo un tiempo en el que la mayoría de los españoles rechazaban ciertos puestos de trabajo, considerándolos de clase baja o clase obrera.
Pero también diré, que al igual que hay “inmigrantes malos”, también hay “españoles malos”, que en todas partes “cuecen habas” y que no se puede generalizar.

Es evidente que todo esto no se puede negar, ya que es algo que es palpable y está a la orden del día en nuestra sociedad. Pero sí que me posiciono a un lado del “ring”, creo que todo lo nuevo genera desconfianza, miedo, curiosidad y desconcierto tanto para los españoles como para los extranjeros. Pero todo es un proceso de adaptación en el que TODOS nos debemos educar hasta llegar a normalizar la situación. El problema es cómo educar a la sociedad. Cómo educarnos todos.


1 comentario:

  1. Buen discurso y excelente final. La falta de comprensión, de respeto, tanto de los que vienen como de los que están. La mente, que muchas veces es muy cerrada y todo se toma como una ofenda o ataque personal, cuando la vida es más. Y de nuevo, el respeto a las diferencias por ambas partes: las del propio país con los vienen, las de los que vienen hacia el país de acogida. Y ahí tu comentario final: Educarnos todos.

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